Un portalápices es un objeto cuya función es sostener y mantener lápices, bolígrafos y otros útiles de dibujo o escritura de forma ordenada y al alcance de la mano.
El portalápices fue, por muchos años, un accesorio básico en cualquier escritorio. Con su diversidad de formas y tamaños, estos contenedores organizaban las herramientas más utilizadas en el día a día de las oficinas. Desde mediados del siglo XX, tener un portalápices a la mano era sinónimo de estar preparado para tomar notas, firmar documentos o tomar apuntes.
Sin embargo, con la transformación digital y la migración hacia entornos de trabajo sin papeles, la necesidad de lápices, plumas y bolígrafos ha disminuido drásticamente. Hoy, las notas, documentos y firmas se gestionan de manera digital.
Los portalápices, antaño tan útiles, se han convertido en elementos decorativos más que funcionales en los escritorios modernos: su principal utilidad es ser un lindo regalo para el día del Padre.
La digitalización ha simplificado las herramientas necesarias para trabajar, eliminando el desorden físico y facilitando la organización de la información.